• Palicache no lo conocía. Cuando era pequeño le llamábamos jugar al mocho y la biyarda. El mocho era el palo pequeño y grueso y la biyarda era el largo y delgado que servía también para medir la distancia a la que había llegado el mocho con cada jugador.

  • Deja una respuesta

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *