• El origen debería ser ‘vaho’ o, si me apuran, ‘vagido’ porque cuando se echa el aliento -el vaho- sobre un cristal o un espejo para limpiarlo, hay que hacer algo de ruido. En latín ‘vagitus’ significa gemido y también significa ‘gritar’, de ahí que la RAE diga que vagido es el llanto de un recién nacido.

    Por otra parte, recordando que en hebreo, lengua que se habló en España durante varios siglos, ‘espiritu’ y ‘aliento’ son sinónimos… si alguien te lanza su vaho, posiblemente te esté enviando sus peores deseos de mala suerte. Algo así como mal de ojo, pero con el aliento.

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