Avellana. Recibe este nombre para diferenciarla del cacahuete, al que tambien solía referirse como avellana. Su nombre procede de la costumbre a su consumo en las tardes de toros. Si bien no está del todo claro si eran estos últimos, los toreros, los picadores, los subalternos, la banda de música o el capataz de los cabestros, los acostumbrados a su deleite.